Sweety Drugs: Beauty Blender

Hola chic@s!!

Esta semana vengo a contarles mi experiencia con la esponja más famosa para aplicar maquillaje: Beauty Blender.

Desde que salió a la venta me llamó mucho la atención, pero no me la compre porque su precio me parecía excesivo. Donde más barato cuesta es en Primor y se puede comprar online, los gastos de envío son gratis si superas los 30 euros. Como yo solo quería eso tenía que pagar 3 euros de gastos de envío, y ya se me subía de precio.

No fue hasta que abrieron un Primor en Granada, que me decidí a comprármela. Y no me arrepiento de haberlo hecho. Me encanta!!

No contiene látex, así que las alérgicas la pueden usar sin ningún tipo de problema. Su forma en forma de huevo la hace perfecta para aplicar la base de forma rápida en todo el rostro de forma rápida y llegamos con la punta hasta los sitios más pequeños.

Deja la base muy pulida sobre la piel, con un aspecto muy fresco, jugoso y natural. Además nos olvidamos de las odiosas rayas que nos dejan algunas brochas

La esponja se puede usar tanto seca como húmeda. Para usarla húmeda, la sumergimos en agua y la escurrimos muy bien. Absorbe producto, sobre todo si la usamos seca, pero para mi gusto tampoco es para tanto.

No solo podemos aplicar la base de maquillaje con ella, se puede usar con cualquier producto en crema, aunque he de decir que para ello no la he usado.

Debemos limpiarla después de cada uso, con mucho mimo puesto que es un poco delicada. Para que se quede bien limpia yo la mojo y la escurro, le aplico aceite de almendras por todos lados y luego le pongo fairy y la enjuago muy bien.

Esta es la segunda esponja que me compro. La rosa sufrió un final fatal por mi culpa: resulta que llevaba tiempo sin maquillarme para algo que no fuera el día a día y cuando abrí mi cajón de las pinturas y veo que la esponja que tenía imitación de la Beauty Blender está llena de moho y la tiré directamente sin pensármelo. Acto seguido busqué la original y… HORROR!!!! También tenía moho…. Me iba a dar algo, así que la lavé muy bien, dándole unas cuantas manos y ya cuando solo le quedaba una pequeña zona oscura, me acordé de mi abuela que ella para desinfectar le echaba lejía a todo. Y yo haciéndole caso a mi querida abuela voy y le echo lejía a mi querida esponja. Perdió su textura y consistencia quedándose fofa y chuchurría. No cometan mi error y si les pasa échenle otra cosa.